Marta Camino es una adolescente que vive con su hermano José y su cuñada Pino en una casa situada a las afueras de Las Palmas en 1938, hacia el final de la guerra civil. Con ellos, encerrada en una habitación, se consume su madre, Teresa, que enloqueció tras un accidente. Esta vida rutinaria de contenidas tensiones se quiebra con la llegada de unos familiares que huyen de la guerra en la Península: su tío paterno Daniel, músico de profesión; su esposa Matilde, una poetisa con fuertes valores conservadores, y su tía Honesta, una mujer romántica de personalidad voluble. Los acompaña Pablo, un pintor que viaja a la isla para conocer nuevos escenarios. Marta entiende su presencia como la promesa de una vida distinta, llena de sensaciones nuevas. El paisaje bello y sobrecogedor se convierte en un protagonista más y asiste al implacable descubrimiento de los demonios interiores de los formidables personajes y a la progresiva transformación de la joven, que ve en el mar la ruta hacia su liberación. La segunda novela de Carmen Laforet, publicada en 1952 después de Nada, con la que obtuvo el Premio Nadal en su primer