porque allá
lo que creímos amor
transfiguró todas las formas
en tristes epifanías
de galaxias remotas,
como luces que se contraen
para expulsar el mal de sí mismas:
como un Ein Sof terrible
que gravita sobre nuestras almas
para brindarnos la clarividencia de la muerte en cada cuerpo,
en cada cuerpo respirando
violentas descargas de vida.